Consuelo Arto inspectora aviación ejecutiva

La escasez de instructores de vuelo lastra el sector de la formación de pilotos

Las malas condiciones profesionales para los instructores provocan la fuga de muchos a las compañías aéreas, lastrando la formación de los pilotos.

La aviación está en un momento de crecimiento a pesar de la ligera recesión que se percibe últimamente. Sin embargo, hay un problema acuciante que se plantea a la formación ante la alta demanda de pilotos: la escasez de instructores.

En general, los alumnos que se forman en las escuelas se quedan como instructores de las mismas y, en un periodo breve de tiempo, se van a compañías aéreas. Las escuelas se quedan así sin instructores adecuados o con muy poca experiencia, lo que deriva en un grave problema para el sector: que, a veces, llegan a las compañías pilotos poco formados.

Desde EASA se está buscando la fórmula para resolver este tema que tanto afecta a la comunidad aeronáutica.

Uno de los problemas, y casi el más importante, es la remuneración. El sueldo que cobran los instructores está por debajo de lo que un piloto nuevo puede percibir en una compañía aérea. Es importante incidir en este aspecto, ya que si se desea contar con instructores con vocación y devoción por la enseñanza, se les debe incentivar a permanecer en las escuelas con un salario digno. Sólo así se les da la opción de elegir entre quedarse en la escuela o dirigirse a una aerolínea.

La instrucción inicial es el pilar fundamental de la formación de un piloto, y el papel que juega el instructor en ella es definitivo para el futuro piloto. Una formación deficiente al inicio de la carrera puede arrastrarse durante el resto de la vida profesional de un piloto.

Por otra parte ¿cómo pueden colaborar las compañías con AOC y las escuelas, como partes interesadas? En mi opinión, y es lo que yo he estado tratando de negociar mientras he estado de HT de una de estas escuelas, de muchas maneras, por ejemplo:

• Llegando a acuerdos con las escuelas y garantizando la plaza a un instructor en su AOC después de uno o dos años. De esta manera, el instructor sigue ampliando su experiencia pero con las garantías de que en uno o dos años se va a una compañía.
• Otra forma seria que lo AOC,s permitiesen compatibilizar de alguna manera la actividad de sus pilotos con la instrucción en escuela, bien reduciendo su actividad en AOC, bien con algún tipo de excedencia temporal.

Sin embargo, todo esto parece inviable, ya que las compañías tienen a sus pilotos con la actividad máxima que la autoridad permite. Lo que es evidente es que, si las compañías exigen una formación de calidad, deberán colaborar de alguna manera en promoverla.

¿Cómo puede colaborar AESA?

Ahora mismo, tenemos muchos instructores en el ejército con una buena formación. A pesar de ello, no se les reconocen estas horas de instrucción impartidas en la vida militar. La normativa no les convalida nada. La formación es similar en muchas ocasiones, por lo que se podría valorar su convalidación mediante tablas, como se hace con ellos, por ejemplo, cuando quieren obtener una licencia civil.

Lo que está claro es que necesitamos buscar soluciones. En mi opinión no vale con lanzar esta queja. Todo el sector debe implicarse en solucionar un tema que, a día de hoy, no tiene una fácil solución.